Al fin las nubes cubrieron el cielo, en diversas tonalidades de grises, azulados, negruzcos... formando un cuadro impresionista lleno de matices, no era el típico cielo plomizo invernal, tras innumerable días de azules y claridad cegadora se agradecían estas sombras que venían acompañadas de una agradable sensación de humedad. Decidió pasear toda la tarde por delante, antes de encontrarse al anochecer con... aquel chico que le había devuelvo la felicidad, la ilusión del día a día gracias a la mirada de otros horizontes juntos. Todos sus sueños habían sido cumplidos a su lado, no podía pedir más, era su príncipe, su nube, su ventana hacia lo que siempre había querido. Solo el pensar en él le hacia olvidar todos los momentos difíciles de épocas pasadas, ya no importaban, él había decidido empezar desde cero, una vida junto a ella. Se dio cuenta que antes de encontrarle sus mundos tenían algo en común y era su soledad, todo aquel cariño sin ningún dueño, por eso les costo tan poco conectar desde el principio tomaron confianzas, no había secretos entre sus dos alma.
Al volver a casa, después de aquel paseo entre sus pensamientos y los árboles que parecían observarla, se puso dispuesta para acudir a su encuentro, el tiempo que pasaban separados le parecía eterno, los minutos no tenían sentido sin sus besos. Siempre quedaban a esa hora, la misma hora, la hora en la que se cruzan miradas capaces de atravesar mas allá de tu alma, esas miradas que penetran en tu sangre y recorren tu cuerpo como una corriente eléctrica que enciende tus sistemas y sentidos. A ella le asustaban, se escondía entre sus párpados evitando aquellos ojos, esos ojos verdes que la cautivaban pero que realmente no la dejaban respirar, la ahogaban de pasión, y aunque él lo sabia intentaba buscar su mirada leer lo que ella pensaba, le gustaba admirar esa inocencia y sencillez que había en su interior.
En aquellos instantes las palabras no tenían cabida en la conversación, solo los cuerpos, los roces... era los protagonistas, como la voz no era capaz de articular palabras y las manos tomaban el control de la situación, se colaban por debajo de la ropa haciendo un dibujo en tu mente de lo que se podía encontrar debajo.
Para ella mantener este dialogo de sensaciones suponía algo nuevo, un mundo que se abría por primera vez a sus ojos, al principio se encontraba perdida... no sabía bien por donde empezar, todo su cuerpo ardía, sus labios rojos y humedecidos necesitaban encontrarse con los de él, unirse en aquellos besos que tienen muchísimo significado. Cuando se sentía observada, cerraba sus ojos, pero al notar otras manos levantar su camiseta se estremecía de placer, el mundo de sensaciones se agrandaba por instantes podía prestar mucha mas atención a su aroma, a la suavidad de su piel... era espectacular. Simplemente sentir sus cuerpos unidos, atados por el calor de sus sistemas, envueltos entre sus deseos e inquietudes... poco a poco la desnudez se iba agrandando, la ropa comprimía y no les dejaba disfrutar todo lo que podían.
Él, lenta y cuidadosamente, acercó su boca a la oreja de ella, susurró unas pocas palabras que dibujaron una sonrisa en el rostro de su princesa. Su tono de voz la hizo estremecer. Seducía y al notar que sus ojos recorrían su cuerpo, reaccionaba como si su boca tomara el control. Se puso más nerviosa de lo que estaba. Su cuerpo reaccionaba como si no tuviera nada que ver con su cabeza. Él la presentía, notaba esas insinuaciones sexuales que emitía su cuerpo, aunque ella se esforzaba para sobreponerse a sus sensaciones. De repente ella sintió una mano en su muñeca y otra que rodeaba su cintura, la ropa interior que llevaba puesta sobraba... se la quitó, no sin que sus mejillas se encendieran ya que se encontraba vulnerable ante la visión de otros ojos que no fueran los suyos. En ese instante él sólo notaba la sensación de suavidad en su cuerpo desnudo, casi perdieron el equilibrio con el lujurioso ímpetu que se apoderó de sus cuerpos. Gimió al arrodillarse él y traerla hacia sí, la acostó a su lado, le quito el recogido del pelo para acariciarla el cabello, la mantenía abrazada con suavidad.
Ella desnuda completamente comenzó a desabrocharle el cinturón con suavidad y sigilo, aunque fue capaz de ver la excitación contenida que se encontraba de bajo de esa cremallera. Notó que la respiración de él, aumentaba con cada movimiento de sus manos, era una respiración entrecortada y agitada. Tocaba su sexo sin saber bien lo que hacia, pero notando ese impulso de curiosidad ansiosa por descubrir lo que la llamaba la atención.
Ambos deseosos de continuar se dejaron llevar por los latidos de sus corazones que se unían al unísono en la melodía sexual que envolvía la habitación, se sintieron dentro, presionándose... no podían controlar todo el impulso y fuego que había en su interior. Se escuchaban gemidos de placer, la humedad se podía sentir y oler en sus cuerpos. Él no podía aguantar mas, sus manos la cogieron de la cintura, casi violentamente, los besos parecían no tener final, los movimientos aumentaron de intensidad, ambos vibraban. Tocaba sus senos, lamía sus pezones, mientras su miembro se introducía dentro de ella haciéndola gemir mas de placer... hasta que cayeron rendidos sobre las sabanas, fijando la mirada el uno con el otro, notando la satisfacción.
Se fundieron en un beso sin fin.
Muchos besiños a todos... espero que les guste, me ha costado casi tres meses terminarla, soy un desastre, pero os la regalo el Día de Reyes por haberos portado bien (para Zilc hay carbón). Kamala te la debía hace muchísimo tiempo cuando aun escribíamos en el foro, no se si te acordarás.. asi que te la dedico.
Laura.